lunes, 10 de abril de 2017

Prudencia

Una virtud sin prudencia no es virtud. Debemos rogar frecuentemente al Espíritu Santo por la gracia de la prudencia. La prudencia se compone de: la reflexión, la consideración razonable y el propósito firme. La decisión final siempre nos pertenece a nosotros. Nosotros debemos decidir, aunque podemos, y debemos pedir consejos, y buscar la luz.

Santa María Faustina Kowalska. Diario, 1106

domingo, 9 de abril de 2017

Examen de conciencia

«Tienes un tribunal a tu disposición (…). Haz sentar a tu conciencia como juez y que tu razón presente allí todas tus culpas. Examina los pecados de tu alma y exígele que rinda cuentas con exactitud: ¿por qué has hecho esto o lo otro? Y si el alma no quiere considerar sus propias culpas y, por el contrario, busca las ajenas,dile: No te juzgo por los pecados de otro. (…) Si eres constante en hacer esto todos los días, comparecerás con confianza ante el tribunal que hará temblar a todos» (S. Juan Crisóstomo, In Matthaeum 42,2 - 4).